martes, 13 de noviembre de 2012

MARRUECOS ES EL PUNTO DE ARRANQUE IDEAL PARA EL VIAJERO A AFRICA 

 
Un salto fácil de Europa, puede ser un lugar amistoso, agitado y estimulante. Se amontonan mercados al aire libre a lo largo del país con alfombras, tallas en maderae, y joyeria. El primer producto del país (si usted no cuenta el hachich) es el cuero, del que dicen que es el más fino del mundo.
Marruecos ha desarrollado un mosaico de tradiciones artísticas. El hilo que une a todos es la música; del estilo clásico que desarrolló en la España musulmana y las tradiciones musicales cuentistas del Berbers indígena a través de la fusión contemporánea de estilos africano y francés. Aunque identificado más con Argelia , el rai (opinión) es el estilo musical con mas fuerza en las ciudades de Marruecos. A pesar de sus ritmos árabe-africanos (debe mucho a la música beduina), combinan instrumentos eléctricos para crear un efecto hipnótico.

La artesania es importante en Marruecos. Su Maronquinerie ha sido apreciado comercialmente desde el siglo XVI. Una herencia igualmente rica se mantiene viva en la producción de alfombras, alfarería, joyería y tallas de madera.
Los tableros pintados y esculpidos para la decoración interior junto con los azulejos siguen siendo muy empleados en la ornamentación de interiores en edificios religiosos y casas adineradas. Los mashrabiyya, pantallas que les permiten a las mujeres musulmanas observar la ocurrencias en la calle sin ser vistas.
Marruecos ha inspirado a toda clase de artistas. El artista Eugenio Delacroix Neo-barroco francés el bucketloads consagrado de pintura a la imaginería marroquí después de una visita en 1830. Las escenas del mercado, vida del harén y cazas del león dominaron sus lienzos. Un siglo después Hollywood entro tambien en una especie de Marruecos-manía. Priemro con Marlene Dietrich en Marruecos. Esto fue seguido por los 1942 Casablanca y mas tarde Peter O'Toole como Lawrence de Arabia, el país se había vuelto una tierra de fantasía.
Árabe marroquí hablado (darija) es considerablemente diferente del árabe hablado en el este. Se hablan varios dialectos de Berber ampliamente en el campo y particularmente en las montañas. Marruecos tiende a marchar a su propio sentir islámico en términos de estilo de vida, aunque tambien aquí los hombres permanecen firmemente dominandolo todo. La segregación estricta de los sexos en la vida pública puede resultar extraño al visitante.
La comida marroquí es buena y sólida, sin ser extremamente excitante. El plato nacional es el cuscús, semola acompañada de verdura y cordero. El té es la bebida marroquí por excelencia. No hay ninguna prohibición general en alcohol.

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